Seguimos con mi serie de posts para explicar las ideas fuerzas del programa de la Ponencia Económica del PSOE. Hasta el momento hemos hablado de:
- Democratizar la Globalización
- Un plan para hacer más y mejor Europa
- Empleo de calidad en la era de la tecnología global
- Hoy: El ICO, una agencia financiera pública de innovación
En los anteriores posts, he explicado nuestra propuesta global y la propuesta europea. Las dos son muy importantes en un mundo cada vez más integrado, donde nuestros grandes competidores son EEUU y China. Dos países muy grandes con los que España tiene escasa capacidad de influencia en una negociación. Sin embargo, en Europa el sistema jurídico y las instituciones desarrolladas en los últimos sesenta años nos da a los españoles una capacidad de influencia superior a la que tenemos en Naciones Unidas o individualmente.
Definido el entorno global, la clave para un país es diseñar una estrategia de política económica de España en Europa y en el Mundo. Un estratega siempre tiene que mirar a largo plazo y saber adónde quiere llegar, y nuestra estrategia tiene tres pilares: más empleo, con más renta (y mejor distribuida) y sostenibilidad ambiental.
Para saber adónde quieres ir tienes que saber dónde estás y cómo has llegado hasta aquí. Y el electrocardiograma de una economía para medir la fuerza de su corazón es la renta por habitante.
En el gráfico anterior he utilizado datos del FMI corregidos por paridad de compra para hacerlos comparables entre países. La renta por habitante en España en 2016 fue un 75% de la renta por habitante en Alemania, la misma que en 1996 cuando comenzó la burbuja. Por lo tanto, la primera lección es que España debe evitar formar una nueva burbuja inmobiliaria y crear capital y empleo en otro sectores más innovadores y con mayor productividad.
La segunda conclusión es que nuestra renta per cápita en 2016 es un 63% de la de EEUU, el mismo porcentaje que en 1980. EEUU ha liderado la revolución tecnológica y España ha mantenido su ritmo de crecimiento, lo cual es meritorio. Pero los socialistas aspiramos a crear más empleo con mejores salarios, especialmente los más precarios, para aumentar nuestra renta por habitante y reducir la desigualdad.
NO HAY PRODUCTIVIDAD SIN INNOVACIÓN
Lo que sabemos los economistas es que para aumentar los salarios, el empleo, el nivel de vida de los ciudadanos y los recursos públicos (para desarrollar el estado del bienestar) cada trabajador debe producir más bienes y servicios cada día, lo que los economistas llamamos productividad. Eso se consigue con más máquinas por trabajador o con más innovación, como nos enseñó el premio Nobel de economía Robert Solow.
Desde 1980, en los 21 años que ha gobernado el PSOE, la productividad por ocupado ha aumentado un 1,5% de promedio anual. En los 13 años que ha gobernado el PP la productividad ha estado estancada y las previsiones que acaba de enviar Rajoy a Bruselas en el Programa de Estabilidad reconoce que seguirá estancada hasta 2020. Eso, junto a la reforma laboral, explica la precariedad en el empleo y salarios, y el agujero del sistema público de pensiones que Rajoy y su errónea política económica ha puesto en riesgo.
España desde 1980 ha hecho un enorme esfuerzo inversor, público y privado, y ha convergido en infraestructuras y máquinas por trabajador con el promedio de europeo. Pero aún estamos lejos de EEUU, por lo que el esfuerzo inversor debe continuar. Por eso pedimos un plan de inversión Europea que propone la Comisión y que el PP Europeo bloquea en el Parlamento y en el Consejo. Lamentablemente, Rajoy va a invertir en infraestructuras en 2017 la mitad que en 2011. Este drástico recorte de inversión desde el rescate de 2012 ayuda a explicar el estancamiento de la productividad en España.
LA INNOVACIÓN ES LA MAYOR BRECHA QUE NOS QUEDA POR CERRAR EN ESPAÑA
Pero la mayor brecha que queda por cerrar es en innovación, que permite con los mismos trabajadores, las mismas máquinas y las mismas infraestructuras aumentar las ventas de las empresas y los salarios de los trabajadores. Los economistas hemos identificado que las empresas innovadoras son las que más crecen, crean más empleo y pagan mejores salarios. Además, la innovación permite reducir el nivel de emisiones, reciclar las aguas y hacer un mundo más sostenible.
En España hemos mejorado y empezamos a ver ecosistemas innovadores, pero siguen siendo una inmensa minoría. La mayor parte del parque empresarial invierte muy poco porcentaje de sus ventas en innovación y están alejadas de las universidades y de los centros de innovación. Y las empresas innovadoras tienen que ir a buscar capital y financiación a Londres o EEUU, ya que en España nuestro sistema bancario continúa canalizado la mayor parte del ahorro de los españoles a hipotecas y construcción.
En la ponencia del PSOE hemos empezado nuestro plan estratégico para una España mejor por la innovación. En 2011 el gobierno de Zapatero invertía el doble en I+D+i que Rajoy en el presupuesto de 2017. Y Rajoy no ejecuta la mayor parte de los créditos presupuestarios, por lo que la diferencia es aún mayor. Esta es la principal causa que ayuda a explicar que cuando gobierna el PP la productividad en España está estancada.
INNOVACIÓN: APOYAR DESDE LO PÚBLICO A LOS ECOSISTEMAS INNOVADORES
Hay que apoyar desde lo público a esos ecosistemas innovadores. Sólo con subvenciones no se consiguen los objetivos. La clave es que haya incentivos en la acción pública para que los innovadores asuman el riesgo. Pero los que tengan una idea innovadora, capacidad de gestión para convertirla e inversión y empleos de calidad y quieran asumir los riesgos deben tener las mismas condiciones que tienen sus competidores internacionales, algo que ahora no sucede.
La clave es que empresas pequeñas empiecen a innovar, se acerquen a la universidad y transformen conocimiento e investigación en inversión y empleos de calidad. Para eso hay que aumentar el gasto en I+D+i público que Rajoy ha recortado a la mitad en los presupuestos de 2017 (de la inversión de 2011). Pero es más necesario aumentar la inversión privada. Las filiales de empresas extranjeras suponen menos del 1% del parque empresarial en España y suponen un tercio de la inversión total en I+D+i.
EL ICO DEBE CONVERTIRSE en una agencia financiera de innovación
La inversión privada en innovación es nuestro gran reto. Todas las empresas extranjeras que vengan a invertir en innovación y a crear empleos de calidad son bienvenidas, pero el reto es que más empresas españolas entiendan la necesidad de innovar para crear más y mejores empleos en la era de la tecnología global. Para conseguirlo proponemos que el ICO se convierta en una agencia financiera de innovación y canalice crédito prioritariamente a estas empresas con alto potencial de crecimiento y creación de empleo. La mayoría se ven obligadas a buscar la financiación en EEUU o Reino Unido y muchas se acaban instalando allí y generando los empleos de calidad fuera.
Hay 300.000 empresas en España que tienen entre 6 y 50 trabajadores. Si un 10% innovan y buscan nuevos mercados internacionales para sus bienes o servicios y crean 10 empleos cada una, son 300.000 nuevos empleos de calidad. Si crean 20 cada una, serían 600.000 nuevos empleos. Si en vez del 10% son el 20% y crean 20 empleos cada una, serían 1,2 millones de nuevos empleos. Muchas empresas españolas ya han superado el que inventen ellos de Unamuno. Pero son una inmensa minoría y necesitamos que sean muchas más.