Desde 2008 hasta 2011 el PP hizo una oposición despiadada al gobierno de Zapatero. Lo culpó de la burbuja inmobiliaria que se produjo durante los gobiernos de Aznar y de la quiebra de Bankia. Su mantra era que necesitábamos reformas y austeridad. Finalmente, en 2012 el gobierno de Rajoy aplicó sus recetas de reformas y austeridad. Cinco años después podemos evaluar los resultados de su reforma laboral.
La reforma laboral se aprobó sin consenso con la promesa de crear empleo y reducir la temporalidad. En 2013, tras la destrucción de un millón de empleos, el PP reconocía que las leyes ni crean, ni destruyen empleos. Como nos enseñó el premio Nobel de Economía, Robert Solow, el mercado de trabajo es una institución social donde los ciudadanos conseguimos salarios que determina nuestra calidad de vida.
En cinco años tenemos casi los mismos trabajadores y hay medio millón de jóvenes menores de 30 años menos trabajando. Hay 400.000 personas más con contratos a tiempo parcial, la mayoría mujeres, y se trabajan menos horas que en 2011. Se firman el doble de contratos de menos de una semana que hace cinco años. Para crear un empleo estable se necesitan 1,5 contratos indefinidos. La tasa de temporalidad en la industria ya es similar a la del sector servicios. La productividad por ocupado no crece, como sucedía durante la burbuja inmobiliaria, dañando la competitividad de la economía española.
CON LA REFORMA LABORAL NO HAN AUMENTADO LOS RICOS, SINO LOS POBRES
Tras la reforma laboral también los salarios por hora trabajada, descontada la inflación, han caído 10% desde que se firmó la reforma laboral. Y la deflación salarial se ha concentrado en los salarios más bajos, lo cual explica que España sea el país de la Unión Europea donde más ha aumentado la desigualdad. Es falso el mantra de que las reformas y la austeridad han aumentado los ricos en España. Lo que han provocado es que haya más pobres.
El congreso de los diputados ya ha iniciado la derogación de la reforma laboral con el apoyo de todos los grupos menos el PP. La prioridad es la reforma empresarial pendiente. Las empresas de más de 50 trabajadores pagan el doble de salarios medio que el resto. Para crecer necesitan innovar, internacionalizarse, imagen de marca, crear valor y la gestión del capital humano es la clave del éxito. Y más empresas grandes necesitarán más pymes y autónomos para darles servicios y más empleo.
Necesitamos una regulación laboral que permita crear empleos dignos para que los españoles tengan vidas estables. Que se reparta mejor el crecimiento del PIB y los beneficios empresariales que se están produciendo. Desde 2011 el peso de los salarios en PIB ha bajado dos puntos porcentuales. El objetivo es recuperar esos dos puntos subiendo salarios, sobre todo los más bajos, manteniendo la creación de empleo. Si lo conseguimos, la recaudación del impuesto sobre la renta y las cotizaciones a la seguridad social aumentaría unos 10.000 millones.
Los trabajadores verían como la recuperación del PIB mejora sus vidas, reduciríamos el déficit público y cerraríamos buena parte del agujero del sistema público de pensiones, que ha provocado la errónea política económica del último lustro.
¿Y tú? ¿Cuál es tu historia tras la aplicación de la reforma laboral? ¿Cómo ha cambiado tu vida? ?Déjamela en comentarios. Te leo atentamente.