El pasado fin de semana participé en otra edición de Repueblo, un movimiento que lucha contra la despoblación directamente en el terreno, comarca a comarca e involucrando a los emprendedores locales. Esta edición fue en Trujillo, uno de los pueblos más bonitos y maravillosos de España. La población apenas ha caído desde los años ochenta, por lo tanto es el caso menos complicado de los estudiados hasta ahora.
El turismo sufre la pandemia con varios hoteles grandes cerrados, pero los pequeños con encanto y la restauración, de excelente calidad-precio, resisten los fines de semanas gracias principalmente a los madrileños, a tan sólo dos horas en coche.
1. ¿La clave para el turismo durante la pandemia? Atraer a emprendedores europeos
La recomendación de Eva Ballarín, experta en turismo y restauración, es atraer emprendedores de países europeos que permitan atraer más turismo de sus países de alta calidad. La zona cerca del Parque Nacional de Monfragüe es un gran centro de observación de la naturaleza, ciervos y, sobre todo, de aves durante todo el año. También se recomendó avanzar en la digitalización con apoyo local para desarrollar un ecosistema travel tech.
En la comarca está Miajadas, que es un pueblo del Plan Badajoz que aprobó los regadíos en los años cincuenta. El sector agro es muy potente y empieza a adaptarse a la revolución ecológica. La recomendación fue avanzar en comida saludable y en la digitalización del sector. Sin duda, el sector con más potencial en la región si entra en dinámicas de innovación y se adapta a los nuevos canales de comercialización digitales.
2. La economía colaborativa real que cambiará el mundo
Vimos el proyecto de Abona Global que hace abonos a medida para regenerar cada suelo que ha sido devastado tras décadas de uso de pesticidas. Ellos dicen que son desbloqueadores de suelos.
Visitamos las Bodegas Habla que se crearon hace 40 años en una zona sin tradición de cultivo de vid y vino y hoy compiten con las mejores bodegas españolas. Sin duda, un ejemplo empresarial para todas las zonas rurales. Se puede pero necesitas empresarios y años para revertir la despoblación.
Estuvo invitada Isabel, CEO de Santa Teresa una empresa que hacía yemas en Ávila y hoy se ha transformado a la comida saludable sin aditivos. Les dio excelentes consejos a los empresarios locales para identificar los gustos del cliente y hacer productos mejores que la competencia y a buen precio.
También Inés Portuguesa, ex consultora en EY y ahora empresaria que vende zapatos de diseño. Paloma especializada en productos sostenibles, sobre todo ropa. Francesco, italiano y director de la escuela de negocios Madrid School of Marketing. Un equipazo que Trujillo ha sabido aprovechar y exprimir al máximo y donde todos han venido de manera desinteresada para ayudar y a aprender. Esta es la economía colaborativa real que va a cambiar el mundo y nuestra querida España.
El postre fue lo mejor. Cerró las dinámicas un chaval de 30 años, ingeniero aeronáutico. Pudo irse a Madrid a trabajar para una gran empresa de ingeniería y tener un buen sueldo, pero decidió quedarse en su pueblo para montar la suya. Lleva seis años luchando contra los elementos, siendo mileurista, con un coche de segunda mano y con sus oficinas en un centro de innovación público donde paga muy poco dinero.
Hoy compite de tú a tú con multinacionales identificando con drones problemas en las grandes plantas fotovoltaicas. Se llama José Quesada y en poco tiempo será un referente. Personalmente le voy a ayudar con contactos para aumentar sus ventas y para protegerle de algún inversor que le acabe generando problemas y distrayéndole del futuro tan ilusionante que tiene por delante.
Amo Extremadura, es una tierra maravillosa con gente maravillosa. Vengo habitualmente y es un lugar donde pasan pocas cosas. Me voy lleno de energía de todas las cosas que han pasado este fin de semana en Trujillo y deseando que pasen muchas más en los próximos años. Ánimo, hay vida también detrás de esta maldita crisis.