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El verdadero reto en España se llama innovación

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La semana pasada tuve una sesión de trabajo con Jeffrey Sachs y Alan Krueger para explicarles las principales líneas de nuestra ponencia económica. Sachs es uno de los mejores economistas de la historia y lidera los objetivos del milenio y de reducción de la pobreza mundial. Gracias a gente como Sachs se han conseguido resultados espectaculares, aunque aún queda mucho por hacer. En África, donde la pobreza extrema ha bajado del 70% al 40% de la población, Krueger fue el presidente del Consejo de Asesores Económicos de Obama en la Casa Blanca y ha ayudado a demostrar con evidencia empírica que subir el salario mínimo ordenadamente permite reducir el desempleo y la desigualdad al mismo tiempo.

Les expliqué que la economía española es muy agradecida y que cuando consigue mínimas condiciones de estabilidad tiene alto potencial de crecimiento. Sachs ha gestionado muchas crisis de deuda externa en América Latina y en la Europa del Este en los años ochenta, y entendió rápidamente la importancia de las compras de deuda del BCE para reducir los tipos de interés de la deuda pública y también de los créditos a empresas y familias, clave para explicar la creación de empleo en 2015 y 2016.

En 2011 se triplicó el gasto en innovación. ¿Qué ha hecho Rajoy? Lo mejor que sabe hacer: nada

Pero la clave es que la productividad no crece en España, algo que también sucede en los años recientes en EEUU. Krueger nos explicó que ellos analizaron mucho este tema en la Casa Blanca donde influyen factores demográficos, pero llegaron a la conclusión que es un problema transitorio y que en algún momento la productividad volverá a crecer y reflejará el avance de la tecnología.

En España lamentablemente el estancamiento secular de nuestra productividad es estructural. Antes de la crisis la causa era la burbuja inmobiliaria, donde se concentró el empleo y el capital en construir 700.000 viviendas con muy bajos niveles de productividad de los trabajadores. Ahora el problema es generalizado ya que la mayor parte del empleo creado es en hostelería. Dentro del sector turístico la innovación tiene cabida, se puede mejorar la calidad del servicio, crear más empleo, subir salarios, aumentar los márgenes y la productividad. Pero tras la reforma laboral del PP, nuestro modelo es “yo te lo hago más barato”.

 

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Entre 2004 y 2011 los gobiernos socialistas aumentaron el gasto en I+D+i para reducir nuestra dependencia del ladrillo y poder crear empleos de calidad en la era de la tecnología global. En 2011 se había triplicado el gasto en innovación. ¿Qué ha hecho Rajoy desde 2011? Lo mejor que sabe hacer: nada. En el gráfico anterior se puede observar cómo la solicitud de patentes ha caído casi un 25% desde 2011. Lo más preocupante es que en 2015 y en 2016 -creciendo al 3%- sigue cayendo.

 

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Si tenemos en cuenta los datos de solicitud en la oficina de patentes europea (del gráfico anterior), los datos son aún más dramáticos. Las solicitudes son la mitad y el ratio de patentes por cada millón de habitantes es un 90% inferior a Alemania o Francia, y la mitad que en Italia.

Nuestra responsabilidad en la ponencia es advertir que el modelo “yo te lo hago más barato” es un camino a ninguna parte que sólo conseguirá que nuestros pensionistas se sigan empobreciendo. Debemos volver a recuperar la confianza de 11 millones de españoles que confiaron en el PSOE en 2011. Nuestro modelo socialdemócrata es “yo te lo hago mejor, diferente y a buen precio”, con más empleo y mejores salarios y pensiones, especialmente las más bajas.

Necesitamos aumentar los recursos públicos destinados a ciencia e innovación

Para ello necesitamos recuperar a nuestros investigadores que sufren la precariedad de los recortes. Necesitamos aumentar los recursos públicos destinados a ciencia e innovación. Necesitamos que nuestras pymes se acerquen a nuestras universidades para innovar. Necesitamos mejorar la financiación de la innovación con apoyo del ICO y atrayendo a los grandes fondos soberanos internacionales a España para desarrollar esos proyectos en nuestro país. De hecho, tenemos una excelente ventaja competitiva para atraer a las industrias digitales y a las nuevas tecnologías, y que no todo se vaya a las mismas ciudades de siempre como Londres, París, Oslo o Estocolmo. Todo eso se tiene que aprovechar para crear negocio, nuevos empleos y de calidad y, por supuesto, buenos salarios.

Tenemos modelos de éxito en innovación como Tecnalía

Por otra parte, el cambio climático es un reto pero una oportunidad: España es líder mundial en tecnología y gestión de agua. La lucha contra el cambio climático debe ser el centro de nuestra política industrial y tecnológica. Y no solo eso: tenemos buenos ingenieros, excelente conectividad aeroportuaria con Europa, América Latina y África; buena calidad de vida, agradable clima. Tenemos modelos de éxito como Tecnalía que está en el puesto 23 del ranking europeo en la agenda 2020 de la Comisión Europea. Tecnalía es una fundación sin ánimo de lucro resultado de la integración de ocho centros de innovación en 2011 del País Vasco. Tienen 1.500 investigadores repartidos por todas las comunidades autónomas y por América Latina, y consiguen transformar ciencia y conocimiento en inversión y empleos de calidad.

España tiene capacidad para superar este reto, como hemos superado todos los retos durante los últimos cuarenta años de democracia. Pero necesitamos un plan con la legitimidad del voto de la mayoría de españoles. Esa es nuestra misión en la ponencia y para ello contamos con todos, con Sachs, con Krueger y con un ejército de socialdemócratas que quieren una España, una Europa y un mundo mejor y posible.

 

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