Tsipras se cae del caballo

Foto: EFE/Petros Giannacouris
Foto: EFE/Petros Giannacouris

Recordemos que hace tan sólo unos días Tsipras comparecía ante la nación para vender el acuerdo con el Eurogrupo como una victoria. Y que un histórico del comunismo griego como Glezos criticaba el acuerdo y Tsipras argumentaba que estaba mal informado. Pues ya conocemos los detalles de las reformas propuestas por Grecia para prorrogar el rescate y Glezos estaba bastante bien informado.

Recordemos que las líneas rojas de la negociación para Tsipras eran:

i) impago y luego canje y reestructuración de la deuda ii) derogar reforma laboral

iii) subida salario mínimo

iv) paga extra pensionistas

v) parar privatizaciones, prohibir desahucios de primera vivienda

vi) ayudas humanitarias.

Ya conocemos la lista de reformas (Greek-letter-varoufakis.pdf) y, como San Pablo, Tsipras se ha caído del caballo y en pocos días ha abandonado el comunismo para abrazar la economía ortodoxa.

Se mantiene la actual reforma laboral y se refuerza la negociación colectiva, ya veremos los detalles. La subida del salario mínimo será autorizada por la Troika ¡Perdón…! Ahora se llaman instituciones.

Reforma de pensiones para reducir las prejubilaciones y alargar los años trabajados para el cálculo de la pensión. O sea, menor gasto en pensiones y menor pensión media. La paga extra prometida no aparece en la lista

Reforma de la administración con el objetivo de reducir el gasto público. Hablan de reducir la burocracia, pero el demonio está en los detalles.

Estabilidad financiera. Se habla de colaboración del gobierno con los bancos para atender la reestructuración de deuda de las familias. No se especifica, pero seguramente supondrá meter más capital público a los bancos para asumir parte de las pérdidas de los créditos impagados

Compromiso de no parar el plan de privatizaciones en marcha.

Se confirma que Tsipras es marxista pero de Groucho: estos son mis principios inquebrantables, si no le gustan, díganoslo y los cambiamos.

La parte positiva es que por fin presenta un plan para modernizar Grecia tanto en su administración, en la lucha contra el fraude fiscal, como en las barreras para desarrollar empresas, el principal problema de la economía helena.

También han conseguido meter en la lista las ayudas humanitarias y la lucha contra la pobreza energética e infantil. Independientemente de los errores de Syriza que este economista observador ha criticado, los griegos son ciudadanos europeos y la situación humanitaria es muy grave y se debe atender.

Esta es la propuesta griega. Ahora tiene que pasar por los parlamentos nacionales y veremos en que acaba. Pero el sueño de Syriza acabó. Siento de verdad haber tomado este papel de contar la realidad y predecir que el plan de Syriza fracasaría. En una depresión es muy fácil vender promesas y mentir a los votantes como ha hecho Tsipras, como está haciendo Pablo Iglesias o como hizo Rajoy en 2011.

Pero luego llega la realidad y genera mayor frustración en gente que está desesperada y que de verdad se creyó que Tsipras conseguiría cambiar las cosas.

La clave es negociar un buen tercer rescate en Grecia, aprobar cuanto antes el plan de inversiones europeo y de compra de deuda del BCE para sacar a Grecia de la recesión en la que de nuevo está inmersa.

En España espero y deseo que saquemos lecciones del fracaso de Syriza. Podemos e Izquierda Unida deben dejar de mentir a los votantes. Ni Syriza ha podido, ni pudo Rajoy que siguió una estrategia similar a la de Tsipras en 2012 . No olvidemos que acabamos rescatados y al límite de hacer saltar por los aires el euro, como ha reconocido la propia Merkel o el propio Draghi que dijo aquellas milagrosas palabras que consiguieron revertir otra más que probable gran depresión mundial.

Y también deseo que el gobierno español deje de sobreactuar atacando a los griegos y que se dedique a presionar en Bruselas para que el plan Juncker, propuesto por los socialistas en el Parlamento Europeo y defendido por Hollande y Renzi en el Consejo, salga adelante y nos permita crecer más, crear más empleo y poner fin a la deflación salarial en la que estamos inmersos.

Ayer Rajoy en el debate del estado de la Nación ha incluido mi propuesta de reestructuración de hipotecas para frenar los desahucios. Lamentablemente tengo muy poca confianza en Rajoy. Recordemos que en el parlamento votó dos veces en contra la misma propuesta presentada por el PSOE y apoyada por IU y otros partidos de la cámara, y que ha vendido hipotecas de Catalunya banca a fondos buitres el pasado verano. O del PP en Madrid, que también ha vendido viviendas sociales a fondos buitres algo que no se atrevió a hacer ni Margaret Thatcher.

Pero sería un placer equivocarme en esta ocasión por el bien de decenas de miles de familias que siguen perdiendo sus casas o están amenazadas de perderlas.