(Haz clic en la imagen y podrás ver mi intervención en El Intermedio el 03-04-2014, cuando hablé de las subvenciones a la contratación, un tema que ha vuelto a ser de máxima actualidad)
Este fin de semana, el BOE nos ha traído los detalles del Sistema Nacional de Garantía Juvenil y de las subvenciones que van a recibir las empresas por contratar a menores de 25 años. Al no poner los suficientes límites a las ayudas, e incluso permitir que sirvan para reducir las cotizaciones que se pagan por trabajadores que ya estén en plantilla, el Ejecutivo vuelve a profundizar en el error de premiar con dinero de todos a las empresas que precaricen el empleo, tal y como expliqué en este programa de El Intermedio que hoy recupero aquí.
En el país del Lazarillo de Tormes, no debemos extrañarnos si empresas que hayan despedido hace un mes a trabajadores que tenían contratos dignos, con sueldos dignos, los sustituyen ahora por jóvenes en condiciones de absoluta precariedad recibiendo además por ello una subvención.
Todo esto ocurre mientras crece el número de personas que están en paro y no reciben ninguna prestación. Rajoy vive en la Moncloa y sus vecinos son guardias civiles pero, si se diera una vuelta por la calle como hacemos los demás, vería con claridad el coste de oportunidad de gastar los escasos recursos públicos en proteger la pobreza extrema frente a este tipo de subvenciones.
La medida conceptualmente es una buena medida. Obama hizo un plan similar en el año 2010 y funcionó porque, si bajas los costes del factor trabajo, la demanda de empleo aumenta. El tema es ¿quién lo va a pagar? La Seguridad Social tiene el déficit más abultado de su historia.
Si la medida se hiciera bien, obligando a mantener el total de la plantilla durante un año, se evitarían abusos. Cada vez que dicen que va a haber mucha inspección, mucha supervisión, yo digo que eso no es verdad. No hay suficientes inspectores de trabajo en España, los que hay están superados y por eso se da un fraude de ley permanente en los contratos temporales.
Si una empresa decide despedir al padre de una familia, que tenía un salario alto, unas condiciones de contrato normales y un trabajo digno, y contrata 31 días más tarde al hijo con un contrato precario, a tiempo parcial y por 400 euros al mes, se podrá acoger a la subvención. La familia habrá empeorado pero Rajoy dirá que su reforma laboral está funcionando.
Desde luego que está funcionando.