La semana pasada estuve en Ecuador conociendo nuestra oficina del PNUD en Quito. Era mi primera vez en el país y tras bajar del avión tuve un momento Stendhal. Quito está a 2.800 metros de altitud, bastante más alto que la bola del mundo en Navacerrada. Está rodeada de montañas enormes verdes y deslumbrantes.
Pasada la fascinación, empieza la falta de oxígeno. No he tenido mal de altura pero sí notas que basta andar algo deprisa para sentirte agotado. Otra cosa que destaca de Ecuador es la amabilidad de la gente. Me recordó a nuestra querida España en las zonas rurales. Lamentablemente, en nuestras ciudades, especialmente en Madrid, vamos tan deprisa que nos sorprenden las buenas maneras.
1. Ecuador se encuentra inmerso en una crisis que comenzó en 2014
La historia es parecida a la de España, pero cambiando burbuja inmobiliaria por superciclo de materias primas. En 2008 Ecuador sufrió la crisis global pero con menor intensidad que España. El petróleo se desplomó tras la quiebra de Lehman, pero se recuperó con fuerza tras la primavera de 2009 y superó de nuevo los 100 dólares por barril.
Los elevados precios del crudo permitían aumentar los ingresos públicos y el gobierno anterior aumentó el gasto. Uno parte del aumento fue en inversión pública que llegó al 10% del PIB, el doble que en España. Se nota en el aeropuerto recién estrenado y en las autopistas desde el aeropuerto hasta la ciudad.
En el gráfico anterior se observa que el Ecuador dobló el gasto público sobre PIB en menos de diez años, alcanzado el mismo nivel que Alemania. Con un pequeño matiz: Alemania tiene una productividad y una renta por habitante cinco veces superior a la de ecuador.
En 2014 el superciclo de materias primas se acabó y los precios del petróleo cayeron con fuerza. En el gráfico de abajo se observa la evolución del déficit público que repuntó hasta el 8% del PIB en 2016. El gobierno anterior hizo un intenso ajuste reduciendo el gasto público más de cinco puntos de PIB entre 2014 y 2016. Pero la caída de ingresos fue más intensa aún.
El problema del déficit es que se acumula en deuda pública y un día los inversores te dejan de prestar, como nos sucedió en España en 2012. En nuestro caso los bancos tenían acceso ilimitado al BCE al 0%. Ecuador tiene el dólar de curso legal pero su banco central no puede prestar dólares a sus bancos.
Los bancos ecuatorianos financian todos sus créditos con depósitos de sus clientes. En Venezuela -en una situación similar en 2016- decidieron financiar el déficit con dinero de su banco central y han provocado la quinta mayor hiperinflación de la historia. En Ecuador, con buen criterio, han decidido reducir el déficit. Miles de venezolanos han emigrado a Ecuador, lo cual refleja que la crisis ha sido mucho menos dura que la de sus vecinos.
En diciembre de 2018 Ecuador no tenía acceso a los mercados internacionales para emitir deuda, sus reservas de divisas se agotaron y el gobierno solicitó un crédito al FMI. El crédito es una línea de préstamo preventiva y con menor condicionalidad que un programa de rescate completo.
Lo más destacable es que el FMI ha permitido al gobierno aumentar el bono social un 50% para hacer frente a la población más vulnerable en riesgo de pobreza severa. Ojalá en Grecia o en España en 2012 la Troika hubiera permitido tomar laguna medida similar.
En el PNUD tenemos en el ADN los ODS y especialmente la lucha contra la pobreza, que es el ODS número 1. Nuestra oficina de Ecuador colabora con el gobierno ecuatoriano para conseguir que ese plan sea eficaz y mitigar lo máximo posible el efecto de la crisis sobre la población más vulnerable.
2. En una crisis de deuda como dirían los Beatles “all we need is growth”
Las exportaciones petroleras y no petroleras están creciendo en un entorno internacional adverso, lo cual tiene mérito. Los países de Latam han depreciado sus divisas intensamente desde 2016 abaratando sus salarios en dólares y favoreciendo sus ventas en el exterior. Ecuador mantiene el dólar, que está sobrevalorado. Por lo tanto, el crecimiento de las exportaciones ecuatorianas se hace con viento en contra y tiene doble mérito.
Pero para volver a crecer y aumentar la renta por habitante es necesario aumentar la productividad. Las infraestructuras han mejorado mucho en la última década, lo cual ayuda. Ahora falta favorecer la inversión privada y especialmente la innovación y el capital humano que las empresas ecuatorianas incorporan a sus exportaciones. Como nos enseñó Schumpeter “la innovación es un mar que no sale en los mapas.”
https://www.facebook.com/484943698302403/videos/2231922610471674/?__xts__[0]=68.ARA1dLbtVRgpbEesPWH015CrMJCIcxp1r84A1g_mHxFYGTzZcTYuzdKD5p3YrkPtATZp_IJc02ZXnR64KzPwnGc6ezULRCIcj_wTi6JR_3my-LcTwZdt4k6n3ZfcZCL17EsF2OQximoLEEWwOkcQHkKQhX3tJQ3O4np-ZogeYcKXXj5TI9YTPQewqczTw0sw9v2siH__jaE2XWHo2un6GtbciDG6h7QtTyPi_Nc-Ff1XuFvrDfa8o3s2vwqUfqrSNxDt6DzgYm0-45FCecTwQBYvEkYbBJivt_4VkolWpJ2dI_QaolWatstfBNkjDrCr9vKZ7oj-z6ohI6VYuedo6XiOnqzeczcpxg5eVw&__tn__=-R
2.1 La mejora de la innovación debe ser transversal y llegar a todos los sectores
En el sector agrícola, ganadero y pesquero, Ecuador es una de los líderes en industria pesquera del mundo, principalmente atún y camarón (a los que en España llamamos gambas o langostinos). El turismo ha crecido mucho pero tiene enorme potencial de crecer, de crear empleo y aumentar las reservas de divisas del país. En la industria y también en los servicios, especialmente digitales.
Estuve reunido con José Manuel Casas, CEO de Telefónica en Ecuador, que tienen una unidad de negocio de big data e inteligencia artificial para ayudar a sus clientes a mejorar su productividad y mejorar la toma de decisiones. Lo hacen con ingenieros ecuatorianos con buenos salarios para Ecuador pero más bajos que en Europa o EEUU. Por lo tanto, este puede ser un nuevo sector de exportación de servicios.
Parte de la intensa inversión pública en los años de bonanza fue en presas hidráulicas aumentando el porcentaje de energía renovable y mejorando posiciones en los ODS.
Ahora el gobierno va a potenciar la energía fotovoltaica en el país del mundo con más horas de radiación y mejor inclinación solar. Especialmente útil para llegar a zonas remotas como la Amazonía, donde no hay red de alta tensión y el autoconsumo permitirá disponer de luz a precios muy asequible a familias de esas zonas y al sector agrícola, ganadero y pesquero. También a la industria y a las familias de núcleos urbanos.
Estuve reunido con Richard Martínez, Ministro de Economía, que viene del sector privado y que tiene como prioridad facilitar la inversión privada, el crecimiento y la innovación. La oficina del PNUD en Quito está muy activa colaborando, tanto en la innovación como en las energías renovables.
Yo vengo enamorado del país y deseando volver, he prometido a mis niños llevarles a las islas Galápagos, y con la mejor voluntad de poder ayudarles. Que la fuerza les acompañe.