Recuerda que puedes recibir cada lunes en tu correo mi análisis económico de la semana. Es gratuito y tan sólo tienes que apuntarte en mi blog. Y ya te anticipo que recibirás alguna sorpresa que otra ?
España cada vez es más parecida a House of Cards, con un fontanero de la política conspirativa como Presidente. Al igual que en la serie, todo es táctica pero Rajoy ha demostrado que no tiene estrategia para España. Solo sobrevive porque nadie en la oposición ha conseguido tener un proyecto de país que ilusione a los españoles y todos han sacado menos votos que él.
Pero la crisis fiscal ha empeorado significativamente desde que Rajoy ha llegado a la Moncloa con un aumento brutal de la deuda pública hasta el 100% niveles desconocidos desde la Guerra Civil. Para los amantes de la historia recomiendo leer a mi compañero de la Universidad de Alcalá Francisco Comín, que acaba de publicar “Las crisis de deuda soberana en España: 1.500-2015” con la editorial Catarata.
El que lea el libro será consciente de la gravedad de la situación y de la irresponsabilidad de nuestra clase dirigente en la campaña electoral y, sobre todo, en el circo mediático en el que han convertido la negociación de los pactos de gobierno. Lo mismo que hizo Rajoy a Zapatero en 2011, le están haciendo sus opositores ahora.
En 2015, como ha explicado este economista observador, España tuvo varias perturbaciones externas positivas. La principal fue la bajada del petróleo desde 107 dólares del presupuesto hasta mínimos de 30 dólares. La otra, la compra de deuda de Draghi que tiene dos efectos positivos: deprecia el euro (y aumentan nuestras exportaciones y el empleo industrial) y la bajada de la prima de riesgo que saca dinero de la deuda pública a la deuda privada (desatascando el crédito y permitiendo un nuevo ciclo inmobiliario y de construcción de viviendas que también aumenta el empleo).
El empleo creció en España en 2015, el doble de lo previsto por Rajoy en el presupuesto, y no tiene nada que ver con la reforma laboral y las milongas que nos está contando el gobierno y todos sus altavoces mediáticos. Con un gobierno responsable como el de El Ala Oeste de la Casa Blanca habría sido suficiente una política fiscal neutral sin recortes adicionales para que nuestra querida España redujera el déficit hasta el 3% del PIB. Habría estabilizado el crecimiento de la deuda pública y todo creciendo y creando empleo, como hizo Obama en 2010.
Como nos enseña Comín en su fantástico libro, el elevado nivel de deuda seguiría siendo un problema pero al menos estaríamos en una senda sostenible de corregirlo al haber cerrado el déficit primario antes del pago de intereses de la deuda. Pero a España le ha caído la maldición de Rajoy, que es la versión castiza de Frank Underwood y cuyo único objetivo es su propia supervivencia política.
Rajoy bajó en dos ocasiones el IRPF simplemente para dejarlo donde lo dejó Zapatero en 2011 y decir en campaña que el PP baja los impuestos. Todos sabemos que miente cada vez que compramos los chuches y nos cobran el 21% de IVA (con Zapatero era el 18%). Y además, ha subido otros 50 impuestos que nos afectan cada vez que vamos a la gasolinera o bebemos una copita de alcohol después de comer.
Esa irresponsable bajada del IRPF la van a pagar íntegramente nuestros pensionistas, ya que se ha financiado con la hucha que dejó Zapatero. Rajoy se ha pulido la hucha de 70.000 millones, que tras la paga extra de diciembre de este año quedará vacía. En 2011 las cuentas de la Seguridad Social estaban equilibradas con los mismos ingresos que gastos. ¿Quién pagará el agujero de las pensiones de 25.000 mill. en 2017, que es la peor herencia de Rajoy?
La bajada del impuesto la pagarán también los españoles que viven del banco de alimentos, de Cáritas y de la Cruz Roja. Desde 2011 hay 650.000 españoles más que siguen en paro y que han perdido su prestación, y cada mes esa dramática cifra sigue aumentando mientras Rajoy les ha dejado tirados en la cuneta.
Otra grave irresponsabilidad de Rajoy ha sido no exigir a varias comunidades autónomas cumplir la ley de estabilidad presupuestaria. Desde finales de 2014 la Airef advirtió de la desviación de déficit de varias comunidades, principalmente Cataluña y Valencia. Rajoy, como Underwood, no quiso entrar en el avispero catalán siendo consciente que tras no hacer nada desde 2011 sería el responsable de todo si lo hacía. Y no quiso exigir a su amiga Rita y a sus amiguitos del PP que no aumentasen el empleo público con motivos puramente electorales. El PP valenciano fue clave para que Rajoy sobreviviera al intento de Aguirre y Aznar de acabar con él en el congreso del PP de 2008 y, como Underwood, sus intereses políticos personales volvieron a prevalecer a los intereses de nuestra querida España.
El pasado no se puede cambiar. Rajoy ha cascado y batido los huevos y ya es imposible volver al estado original del problema. La realidad es que Rajoy cerró el déficit de 2015 en el 5,2% del PIB y que el Banco de España anticipa que en 2016 estará próximo al 4,5%, previsión que a este economista observador le parece optimista. Por lo tanto, para cumplir el objetivo de 2016 del 2,8% del PIB de déficit sería necesario un recorte adicional de 17.000 mill. Y lo más grave es que el déficit se concentra en el sistema de pensiones público que Rajoy deja en quiebra técnica.
¿Qué va a pasar ahora? Rajoy enviará a Bruselas el programa de estabilidad el 30 de abril y se volverá a inventar las cifras de ingresos, como haría Underwood. Dirá que el déficit estará entre el 3,5-4% y concentrará todo la carga del ajuste sobre las CCAA. Como Underwood, ahora el PP ha perdido el control de la comunidades e intentará responsabilizar a sus adversarios políticos del déficit. Pero en la seguridad social que depende de Fátima Báñez, ministra nombrada por Rajoy, el déficit seguirá creciendo cada día.
La Comisión sabe que Rajoy y sus ministros Montoro y De Guindos siempre les mienten y ante una desviación tan flagrante, intervendrán. No hay ninguna causa externa que justifique la desviación como sucedió en 2012 tras el rescate que provocó la destrucción de 1 millón de empleos. Por lo tanto, activarán el protocolo de déficit excesivo.
No debemos descartar que España sea el primer país en recibir sanciones por incumplir el déficit, aunque eso llevará tiempo. Lo más probable es que la Comisión meta a España en vigilancia reforzada, como exigen los reglamentos. Pedir un año adicional como ha filtrado hoy El País demuestra la baja altura política de nuestro gobierno. Evidentemente que te darán un año más, hasta Forrest Gump entiende que no hay tiempo para que España sin gobierno ajuste 17.000 mill adicionales en 2016.
El debate será sobre las medidas necesarias para corregir la desviación. La vigilancia reforzada es como un rescate pero sin dinero. La Comisión hará recomendaciones específicas, no genéricas como hasta ahora. La única duda es si serán en mayo, como le hicieron a Rajoy en 2012, y habría que aprobar un decreto ley con las medidas explícitas este verano o esperarán al presupuesto de 2017 confiando que España ya tenga un gobierno con la legitimidad de las urnas que el actual no tiene.
Por fortuna para España, el Comisario Oli Rehn -que demostró su incapacidad política para el cargo- ya es historia y hoy tenemos a Moscovici. El nuevo Comisario y su entorno en la ECFin están preocupados sobre la situación económica de la Eurozona. La misma preocupación que este economista observador en su último viaje a Bruselas en noviembre trasladó a varios responsables con escaso éxito. Además de España, Italia y Portugal están en una situación similar, aunque ambos ya tienen superávit primario y su situación es menos grave que la nuestra.
Esto permitirá que el ajuste esté próximo a unos 7.000 mill y no a los 25.000 mill de 2012. La clave para España sería unir sus esfuerzos con Francia e Italia para conseguir que el Plan Juncker se transforme en un auténtico plan de estímulo, como el que aprobó Obama en 2009. Basta eliminar la restricción del BEI y de la participación público-privada y acometer planes de inversión pública inteligentes para modernizar la economía europea con financiación directa con Eurobonos.
El problema es que Rajoy, como Underwood, sabe que los presidentes de Francia e Italia son socialistas y nunca pactará con ellos ya que le perjudicaría en las elecciones al dar relevancia al Psoe. Por lo tanto, el ajuste será sin anestesia con un impacto negativo de unos 100.000 empleos. El empleo sigue creciendo en España, pero crecerá mucho menos en 2017 cuando se acometa el ajuste.
No obstante, Rajoy, como Underwood, seguirá mintiendo a sus votantes y ocultándoles la realidad con el mantra que con él se crearán 2 millones de empleos en la próxima legislatura. Y seguirá culpando de todo a Zapatero y metiendo miedo a los pensionistas cuando es él, su rescate, su reforma laboral y su irresponsable política económica el que deja el sistema de pensiones en quiebra técnica.
Pero todo se puede complicar. Merkel tiene un partido a su derecha y necesitará mostrar dureza con la periferia en clave interna o la xenofobia seguirá ganando votos. En Frankfurt, Draghi evitó en 2012 que nuestra querida España abandonará el euro tras la incapacidad de Rajoy y sus ministros para gestionar la crisis de Bankia. Y ahora podría mostrar su enfado en público por la irresponsabilidad fiscal de Rajoy, lo que tendrá un impacto directo sobre nuestra prima de riesgo que pondría en riesgo la recuperación y la creación de empleo.
Espero querido lector que entiendas la preocupación de este economista observador. Desde que Rajoy presentó su presupuesto de 2015 advertí que esto pasaría. Dijo que los ingresos de la seguridad social crecerían 7%, cuando crecían 0,8% y anticipé una recaudación unos 10.000 menos de lo previsto. En el presupuesto han vuelto a decir que los ingresos crecerán otro 7% sin corregir el error de previsión de 2015, y este año la seguridad social ingresará 15.000 mill menos de lo previsto. Eso supone 1,5% de nuestro PIB y sin ese agujero provocado por Rajoy y su desastrosa política económica nuestro déficit estaría ya próximo al 3%.
Durante 25 años de mi vida he estudiado la crisis japonesa y las crisis de deuda y estamos cometiendo los mismos errores. El PP y el Psoe no han conseguido presentar un proyecto que ilusione a los españoles y han aparecido dos nuevos partidos. Podemos ha cambiado unas 10 veces su programa desde que nació en la primavera de 2014, y en su última versión propone aumentar el gasto en 60.000 mill. Eso situaría a nuestra querida España en el desastre griego de Syriza del pasado año y ya sabemos cómo acaba: corralito, más dinero para los bancos, más deshaucios, más pobreza y más recortes. Mientras, Ciudadanos se vanagloria de bajadas de impuestos en las comunidades donde apoya al gobierno y promete más bajadas en su programa. Rivera también es un irresponsable fiscal, pero queda mejor ante la opinión pública que siempre se deja llevar por los cantos de sirenas de las bajadas de impuestos.
2017 será un año complicado para nuestra querida España y la incertidumbre va en aumento. Se prudente admirado lector.