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Crisis energética: ¿bajar impuestos a los carburantes o poner topes al mercado mayorista? Veamos…

Tras la tensión vivida en los mercados de materias primas mundiales la primera semana de la invasión en Ucrania, la tensión se ha relajado significativamente. La principal crisis es en el gas, por la excesiva dependencia de Alemania de Rusia. Su precio -como se observa en el gráfico posterior- subió con fuerza a un nuevo máximo histórico, pero ha bajado con igual intensidad hasta 110 euros megavatio. Como es habitual desde hace un año que comenzó la crisis energética, los medios de comunicación abren con las subidas pero no informan de las bajadas y tienen a la sociedad en alerta máxima.

 

No obstante, los precios del gas siguen cinco veces por encima de hace un año y la invasión de Ucrania parece que ha hecho despertar a los gobernantes del sueño que la crisis sería transitoria y acabaría esta primavera.

La Comisión Europea ha exigido a los países subir sus reservas de gas hasta el 90% en octubre

Por lo tanto, la caída de demanda por el fin del invierno y del uso de las calefacciones será compensada por las compras para cubrir las reservas. El precio podría caer pero seguirá alto al menos hasta la primavera de 2023. Y podría subir de nuevo a máximos si la tensión con Rusia va a más y se corta el suministro.

La Comisión Europea asumió en octubre que la crisis del gas es estructural y subió su precio de equilibrio hasta 60-80 euros. Sorprende la falta de coordinación de los países desde entonces para tener preparado un plan. Y sorprende enormemente la ausencia de liderazgo del nuevo gobierno alemán para afrontar una crisis que afecta principalmente a sus ciudadanos. Mientras construimos el gaseoducto desde España ¿no podrían reabrir la centrales nucleares que cerraron el año pasado?

En España sorprende que en una crisis del gas sigamos hablando solo de la electricidad en todos los medios

Hoy viendo la tele hablaban de la huelga de los transportistas y un conocido periodista estaba obsesionado con topar los precios de la electricidad en el mercado mayorista.

¿Por qué nadie habla de bajar el IVA del gas y forzar a las empresas de gas a ofrecer una tarifa de pobreza energética para las rentas más bajas como ya sucede en la electricidad?

Reconozco que es un misterio que no logro entender.

Sorprende que sólo se hable del mercado mayorista y el Gobierno desvíe la atención sobre Bruselas con la gira del Presidente y no se cuente que hay 37 millones de españoles en mercado libre de electricidad cuyo precio no está vinculado al mercado mayorista.

En junio del año pasado firmé un contrato con precio fijo a tres años y no voy a tener subidas de electricidad hasta junio de 2024. Y ahora pago menos ya que el Gobierno me ha bajado el IVA y ha eliminado impuestos directos de la factura. Pero la subida del gas me la he comido con patatas y sigo pagando el 21% de IVA.

Salgamos del camarote de los hermanos Marx en el que se ha convertido nuestra querida España y hablemos de qué podemos hacer. El diagnóstico aún es incierto pero el escenario más probable es que la crisis provoque mayor inflación y menor crecimiento.

El ministro de Seguridad Social ha anticipado los datos de empleo de marzo pero sólo habla del primer trimestre con 126.000 nuevos empleos. Eso supone un crecimiento del empleo del 0,6% trimestral, aún buen dato pero muy inferior al 1,4% que creció en el último trimestre de 2021.

En noviembre se creaban 100.000 empleos mensuales, sorprendentemente intenso en medio de una crisis energética, en diciembre y enero unos 50.000 empleos, en febrero 37.000 y en marzo a la espera de conocer los datos de la segunda quincena el ministerio estima unos 30.000 nuevos empleos.

La buena noticia: el Gobierno ha pasado de hablar de fijación de precios por ley, a poner topes en el mercado mayorista de 180 euros

Cuando en septiembre propuso volver a la planificación económica, el Gobierno español se quedó solo con el francés y 11 países, liderados por Alemania. Defendieron mantener que sea el mercado el que fije los precios. La propuesta de poner un tope transitorio a 180 euros seguramente tenga ahora más apoyos en Europa.

En el momento de escribir este post el precio del pool está a 200 euros, por lo que estaríamos muy cerca de ese tope y la medida dejaría de tener efecto.

La pregunta es quién paga la diferencia si el mercado supera ese nivel. Lo que tú consumes en casa son electrones y no sabes con qué fuente primaria se han generado. Si la demanda supera un nivel y hace falta gas tienes que pagar el precio de mercado o el gas no vendría a España y se iría a otro país donde sí están dispuestos a pagar precios más altos.

Otra pregunta que planteo a todos los que defienden el sistema de planificación de precios es: sin gas habría consumidores que se quedarían sin electricidad, ¿quién decide quién se queda sin electricidad? Y más importante en una democracia como la española: ¿bajo qué criterio legal se elige?

Un mecanismo de compensación transitorio podría, además de un tope en 180 euros, poner un suelo en 30-40 euros. Por debajo de 40 euros todas las fuentes primarias de energía venden a pérdidas la electricidad y la ley de comercio prohíbe vender a pérdidas. Sería conveniente fijar este mecanismo a seis meses e ir ajustándolo según evolucione la crisis.

El problema de poner un tope en electricidad abriría un precedente peligroso

¿Por qué solo en la electricidad y no ponerlo también al gas y a las gasolinas o al aceite de girasol o al de oliva que también son un bien de primera necesidad? Y si seguimos ¿por qué no poner un tope a los salarios que incluya a los políticos, economistas, ingenieros y periodistas que defienden fervientemente topar el precio de la luz, como proponía Podemos en 2014?

Lo sorprendente es que desde junio que comenzó la crisis aún nuestro Parlamento no haya aprobado ya un decreto que cambie la regulación que aprobó el PP en 2013 para fijar el precio de la luz a 10 millones de españoles. Somos el único país de Europa que hace esa aberración y lo podría cambiar yo si me dejan el BOE tan sólo 24 horas.

Bastaría con promediar los precios del pool un año para eliminar volatilidad y bajarles la luz inmediatamente a esos consumidores, muchos de los cuales son de rentas bajas y personas mayores que no se han pasado al mercado libre.

También se pueden bajar los impuestos transitoriamente al gas y a las gasolinas como hicieron el año pasado con la luz

La Comisión Europea, tras la invasión de Ucrania, permite transitoriamente ayudas de estado a sectores afectados. Sería una solución a la huelga de transportistas que parece han anunciado un acuerdo mientras escribo este post. Pero también para buena parte de nuestro sector industrial que es el más afectado por la subida del gas y también de la electricidad. La clave de nuevo es diseñar bien esas medidas ya que en unos meses las ayudas de estado no será permitidas de nuevo por Bruselas y es conveniente que las empresas no se hagan adictas a ellas.

Núñez Feijoo dijo lo mismo el domingo en la Palma que el Presidente Sánchez el lunes en televisión. Si hay consensos para bajar los impuestos a gas y carburantes que lo acuerden en el Parlamento y que cambien de una vez el modelo de fijación de precios de la tarifa minorista para reducirles el precio de la luz a 10 millones de españoles. Pero Feijoo se lío cuando dijo que “el Gobierno se está forrando”: la mitad del IVA y el 65% del impuesto a las gasolinas y el diesel lo cobran las comunidades autónomas y él es Gobierno en Galicia.

Por lo tanto, habría que exigir a las comunidades corresponsabilidad fiscal en esa bajada de impuestos para evitar que Ayuso haga otro ejercicio de demagogia al que nos tiene acostumbrados y culpe a Sánchez de robar a los madrileños.

Como he venido contando en la peor crisis desde la Guerra Civil en 2020, la deuda pública de la comunidades apenas ha subido y ha sido asumida 100% por la administración central. Basta ya de excusas y lamentos.

Espero haberte aclarado tus dudas en esta confusión permanente en la que vivimos y no haberte generado más. Seguiré informando.