¿Por qué quiero hablarte de Democratizar la Globalización? Pues bien, la pasada semana entregamos la ponencia económica para el próximo Congreso del PSOE. Un intenso trabajo en el que hemos participado más de 100 personas que residen en los cinco continentes, con aportaciones de altísimo nivel que han hecho muy sencilla la labor de coordinación de este economista observador.
Como comentamos, la ponencia económica tiene un sentido abierto y quiere ser un nuevo punto de encuentro de los socialistas con la sociedad para que una mayoría de españoles vuelven a confiar en el PSOE como un instrumento útil para volver a transformar la sociedad, y hacer una España mejor y más sostenible social y ambientalmente. Por eso, a partir de hoy, inicio una serie de posts para explicar los fundamentos de cada una de las ideas fuerzas del programa, y quiero empezar con una de ellas: Democratizar la Globalización. La política es pedagogía para conseguir compartir valores.
¿Qué entendemos como Globalización?
España ya forma parte de uno de los países desarrollados y es la cuarta economía europea. Por lo tanto, los socialistas españoles hemos elaborado nuestra ponencia pensando en clave global y hemos propuesto un plan para el mundo, para Europa y para España.
Desde Atapuerca, el ser humano siempre se ha globalizado. Pero en el gráfico anterior se observa que desde que China abandonó el sistema comunista de economía planificada en 1979 y se incorporó al comercio mundial, las exportaciones han crecido sistemáticamente más que el PIB mundial. Esto es lo que entendemos como fenómeno de la Globalización. La revolución tecnológica lo ha permitido y no sólo internet y la digitalización: la revolución ha sido en el transporte, en las comunicaciones, en la energía, etcétera.
Como nos enseñaron los economistas suecos Heckscher y Ohlin -hace casi un siglo- cuando dos países aumentan su comercio exterior, cada uno se especializa en el bien que tienen más disponible ya que su precio es más bajo. China se especializó en exportaciones intensivas en empleo con bajos salarios y los países desarrollados en exportaciones intensivas en capital, especialmente a China que ha registrado el mayor crecimiento de exportaciones del mundo.
China y la Globalización
Por esa razón, el peso de China en los salarios mundiales ha aumentando y el peso de los salarios en los países desarrollados han disminuido. Y en las fases incipientes de una revolución tecnológica el capital se beneficia más que los salarios en esas empresas y en esos sectores. Los dos efectos explican el aumento de la desigualdad mundial entre países y también dentro de la propia China, que es el país del mundo donde más ha aumentado.
Si se observa el mismo gráfico de antes, desde que estalló la Gran Recesión en 2008 las exportaciones mundiales han crecido menos que el PIB mundial. La causa es que China ya tiene salarios medios más altos que México o Marruecos, y que ha realizado una gran inversión en capital. El consumo crece en China más que sus exportaciones y pronto tendrán déficit exterior y serán un importador neto como le sucedió a EEUU en el siglo XX.
Por lo tanto, el fenómeno Globalización de las tres últimas décadas, como nos enseñaron los economistas suecos, ha finalizado tal como lo conocemos. Pero la revolución tecnológica continúa.
Es falso que la Globalización y la tecnología destruyen empleo
En este gráfico, se observa que el empleo en los países desarrollados ha continuado aumentando y la renta por habitante también. Por lo tanto es falsa la tesis de Trump y Le Pen, que acusan a la Globalización y a la tecnología de destruir empleo. El problema que explica el descontento con la Globalización es que la distribución de la renta ha sido muy desequilibrada.
Los años previos a la crisis no se manifestó ya que las familias de los países desarrollados aumentamos nuestro consumo y nuestro nivel de vida endeudándonos. Tras la crisis, toca pagar las deudas y percibimos que los salarios reales, descontando la inflación, no mejoran y tenemos que dedicar una parte a pagar el endeudamiento anterior, principalmente por la compra de vivienda y, en muchos casos, con precios inflados por la burbuja.
España es junto a EEUU uno de los países donde más ha crecido el empleo y la renta por habitante desde 1980. La distribución de la renta en España, a diferencia de EEUU, ha mejorado desde la muerte de Franco y los más beneficiados han sido las clases medias. El problema de España es la mayor volatilidad del empleo y el bajo crecimiento de la productividad durante las etapas expansivas, y que deriva en una destrucción de empleo muy intensa en las recesiones.
A eso hay que añadir que España padeció una intensa burbuja y la crisis del Euro, y que derivó en una destrucción de empleo mayor que en EEUU, una doble recesión y una intensa bajada de salarios en los percentiles más bajos de renta. Esto ayuda a explicar el descontento de la sociedad española.
Socialdemocracia y Globalización
Este es el diagnóstico de la realidad y el qué. Nosotros en la ponencia hemos analizado el cómo para conseguir una España mejor y más sostenible social y ambientalmente. Hay tres opciones políticas, como nos enseñó el gran economista Schumpeter: Socialdemocracia, Liberalismo o Comunismo.
El comunismo ha fracasado en la URSS, en China, en Alemania del Este, en Corea del Norte, en Cuba y ahora en Venezuela.
El liberalismo, el laissez faire y no hacer nada -como Rajoy- tiende a la entropía y al caos. Si no se toman medidas, la desigualdad será crónica y el descontento provocará más desafección que es el colesterol de la democracia. El riesgo de no hacer nada es Trump y Le Pen, que tienen un diagnóstico equivocado de la realidad y proponen políticas que provocarán más problemas de los que intentan resolver.
Los socialdemócratas proponemos un nuevo orden y paradigma mundial, con una economía más sostenible social y ambientalmente. Las medidas pasan por más política y buenas políticas globales. Las instituciones mundiales creadas en 1945 ha cumplido su misión: evitar una tercera guerra mundial, mejorar el nivel de vida de las personas y reducir la pobreza extrema como se ha conseguido en Asia, en Latam, en la Europa del Este y también en África, aunque en menor medida.
Pero toca adaptarlas a la nueva realidad multipolar y multicultural. Hay que regular mejor los mercados financieros -principal fuente de inestabilidad global provocando burbujas y luego depresiones-. La mayoría de la operativa de los mercados se hace desde paraísos fiscales que han avanzado en transparencia pero hay que avanzar mucho más. Hay que reforzar la Organización Internacional del Trabajo para acabar con el trabajo infantil y conseguir jornadas de 40 horas semanales en el mundo.
Esa fue la misión que llevó a Pablo Iglesias a crear el PSOE hace 138 años y los socialistas españoles queremos que sea un misión global para la ONU.
Responderé en directo tus dudas sobre Democratizar la Globalización
Hay que avanzar en la lucha contra el cambio climático. Esta semana he tenido el lujo de explicar nuestra ponencia y nuestras propuestas en desarrollo sostenible a Mohan Munasinghe, Premio Nobel de la Paz 2007 y vicepresidente del panel intergubernamental contra cambio climático de la ONU. Al igual que sucedió con Jeffrey Sachs, los socialistas españoles vamos a colaborar con el Nobel en su fundación para conseguir un mundo que necesita acuerdos globales, y convertirlos en locales y buenas políticas.
Empleo, progreso, inclusión social y sostenibilidad ambiental son el objetivo de los socialdemócratas mundiales y el pilar estructural de nuestra ponencia. En el próximo post explicaré nuestra propuesta para Europa que debe liderar este proyecto global si queremos conseguir un mundo mejor. Contamos contigo.
Y una última cosa: tras leer este post sobre Democratizar la Globalización, ¿qué dudas te surgen? ? Déjamelas en comentarios ?Me las apuntaré y os las responderé en directo la semana que viene mediante un Facebook Live (sígueme en Facebook aquí). ¡Te avisaré de la fecha próximamente!
