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La economía del terror

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Fuente foto: El Confidencial
Fuente foto: El Confidencial

En 2001 EEUU sufrió el 11S con ataques terroristas en Nueva York y Washington. Aún recuerdo volver de comer y ver las Torres Gemelas en llamas. Trabajaba en el Estudio Lamela Arquitectos y el experto en estructuras que había colaborado con Yamasaki, arquitecto de las Torres, en la Torre Picasso dijo es increíble lo que están resistiendo. La estructura era de acero y a 500 grados se funde, por eso cayeron. Las torres modernas son de hormigón y no habrían caído.

El 11M de 2004 recuerdo poner la radio a las 8 de la mañana y escuchar a Iñaki Gabilondo hablar de atentados en el tren que venía de Alcalá y se hablaba de 5 heridos. Muchas veces había usado ese tren y sabía que si habían puesto una bomba habría muchos muertos, siempre va lleno hasta la bandera. El tren estalló fuera de la estación y una de las mochilas no estalló. De haberlo hecho dentro de Atocha la masacre habría sido mucho más sangrienta.

Ahora volvemos a repetir la pesadilla en París. La prioridad son las víctimas, los heridos, sus familiares, detener a los culpables y recuperar cuanto antes la seguridad y la serenidad de la sociedad francesa. Pero el mayor deseo de los terroristas sería provocar el pánico, que la gente se quedara en sus casas, hundir el consumo y provocar una depresión económica con paro y pobreza.

En el 11S el consumo cayó tan sólo el mes de septiembre. En octubre recuperó la caída y la campaña de acción de gracias y navidad de 2001 aumentó el gasto de las familias. Es cierto que la Fed bajó los tipos y el gobierno los impuestos para reactivarlo.

En el 11M ni siquiera el mes de marzo cayó el consumo. España estaba en plena burbuja inmobiliaria, construyendo más casas que Francia, Alemania y Reino Unido juntas, se creaba mucho empleo y el consumo siguió creciendo al mismo ritmo que antes de los atentados y con cambio de gobierno incluido.

Nadie sabe lo que sucederá en Francia, pero es altamente probable que el impacto tampoco sea muy elevado. El turismo en París sufrirá pero estamos en temporada baja. El consumo ya estaba débil y continuará, pero no es previsible la recesión. El Presidente Hollande ha anunciado planes de gasto para reforzar la seguridad, así que incumplirán el Pacto de Estabilidad y los objetivos de Bruselas, y el BCE comprará más deuda. Por lo tanto, el crecimiento a corto plazo en Francia aumentará.

Lo que nadie podrá reponernos nunca es las muertes inocentes ocurridas el pasado fin de semana. Descansen en Paz. Pero el escenario más probable es que los terroristas no conseguirán imponer el terror. La prueba fue los ciudadanos que abandonaron el estadio cerca de los atentados cantando la Marsellesa. Paradójicamente los países islámicos volverán a ser los más perjudicados económicamente y verán como el turismo sigue cayendo en sus costas el próximo verano.